Salud social

La mayoría de nosotros tenemos información sobre cómo cuidar nuestra salud física y varios hemos integrado el concepto de salud mental a nuestros saberes. Sin embargo, poco se habla sobre la importancia que tiene el área social en la vida de las personas, porque la incorporación de esta área en el concepto de salud es un tema relativamente nuevo. Desde el enfoque sistémico se considera que los vínculos constituyen un aspecto importante para nuestro desarrollo, tanto en los primeros años de vida como a lo largo de todo el ciclo vital.

Si bien definir un concepto tan amplio como el de la salud social es bastante complejo, podemos pensar en algunos puntos clave a tener en cuenta al reflexionar sobre este tema, como por ejemplo los vínculos afectivos más cercanos que proveen espacios de escucha y contención, las relaciones sociales que integran a una persona dentro de su comunidad, el acceso a servicios básicos y a oportunidades equitativas por medio de políticas públicas justas e inclusivas, entre otros.

Si bien las realidades socioeconómicas de millones de familias condicionan notablemente el desarrollo de las personas que las integran,  me aferro a la esperanza de que las circunstancias adversas puedan combatirse desde un espíritu resiliente, con la creación de vínculos afectivos sólidos y la construcción de redes de apoyo que no solo ayuden y contengan en medio de las crisis, lo cual no es poco, sino que también provean de las herramientas necesarias para proyectarse hacia el futuro y crecer.

–  Los vínculos en la niñez

Los seres humanos, a diferencia de los demás mamíferos, que tempranamente aprenden a desplazarse y a trabajar para procurar su alimento, somos criaturas vulnerables que dependen 100 % de sus cuidadores por un importante tiempo. Como si esto fuera poco, nuestra supervivencia no está garantizada en el simple hecho de que se nos alimente y se nos proteja físicamente, sino que contamos con un complejo sistema psíquico que, como vimos anteriormente, también necesita ser protegido y nutrido correctamente.

La teoría del apego fue desarrollada por el psiquiatra y psicoanalista británico John Bowlby en la década de 1950 para explicar el vínculo emocional que se forma entre los seres humanos, especialmente entre los niños y sus cuidadores. Bowlby argumentó que el apego es una necesidad biológica que asegura la supervivencia del niño y su desarrollo emocional. (Revista Psiconetwork)

Según la teoría del apego, los seres humanos buscamos naturalmente vínculos que nos garanticen intimidad, confianza y protección. Esta necesidad no desaparece con la independencia de la edad adulta, sino que se manifiesta de manera constante a lo largo de toda nuestra existencia. Por otra parte, las experiencias de los primeros años de vida con las personas que constituyen nuestra figura de apego estructuran una imágen interna que impactará en relaciones futuras.

–  El concepto de Red Social

En la actualidad, al hablar de redes sociales, generalmente pensamos en Facebook, Instagram o alguna otra plataforma virtual de moda, pero el concepto de red social es anterior a la tecnología. En primer lugar podemos hablar del “conjunto de relaciones que hacen parte de la vida cotidiana de una persona y que conforman su mundo primario de interacciones”, conocido también como red informal de apoyo (ej.: familia, amigos, vecinos). También se considera red social al “conjunto de organizaciones e instituciones que en un momento dado deciden y logran realizar una actuación conjunta a través de una estrategia de comunicación y articulación conjunta”, las cuales se conocen también como redes formales (servicios sociales, centros de salud, ONGs, escuela, iglesia, etc.). 

Las redes informales, las redes formales y las redes virtuales son todas ellas redes sociales, que agrupan conjuntos de relaciones, comunicaciones y acuerdos para la acción social. (Arango Cálad, Carlos A., 2003)

Las personas y las familias somos consideradas sistemas abiertos, porque intercambiamos constantemente información con nuestro entorno, con la capacidad de influir y al mismo tiempo de ser influenciados por los distintos sistemas con los que interactuamos. Por este motivo, tanto la cantidad de redes sociales (los 3 tipos de redes antes mencionadas) con las que nos vinculamos como la calidad de los vínculos que desarrollemos,  impactarán  positiva o negativamente en nuestro bienestar personal y/o familiar.

Los profesionales con enfoque sistémico solemos utilizar una herramienta gráfica creada por el psicoterapeuta y psiquiatra Carlos Sluzki denominada Mapa de Red, la cual “permite visualizar el grado y la conexión entre las diferentes relaciones de una persona, es decir que comprenden la suma de todas las relaciones que un individuo considera como significativa o alejadas de un individuo.” Este mapa o red social personal  “puede ser sistematizado en cuatro cuadrantes: familia, amistades, relaciones laborales o escolares y  relaciones comunitarias de servicios o de credo” para posteriormente ser analizado tanto  en cuanto a su estructura: cantidad de personas, su distribución por cuadrante y círculo, etc.; como en relación a sus funciones: apoyo emocional, compañía, consejos, ayuda material, etc. (PsicoloPráctica, 2020). Esta herramienta también puede ser utilizada como un ejercicio de autoconocimiento, proporcionando valiosa información sobre la cantidad y calidad de nuestros vínculos cercanos y relaciones sociales en general.

Referencias