Cuando me encontré con los libros de la escritora Silvia Kohan ya había experimentado el poder sanador de la escritura en primera persona. Al leerla pude tomar consciencia de cómo el lápiz y el papel habían sido compañeros, confidentes y aliados en cada una de las etapas de mi vida.
Los diarios íntimos de la infancia se combinaron con cuentos fantásticos, que en la adolescencia se transformaron en poemas románticos. La juventud se llenó de melodías y comenzaron a aparecer las canciones. En la adultez las experiencias se organizaron en libros y reflexiones cortas para las redes sociales.
Lenguaje y escritura
El lenguaje es la capacidad humana que no sólo nos distingue de los demás seres vivos sino que además nos permite expresar nuestra interioridad por medio de signos; es un poderoso medio de comunicación que necesita ser entrenado para alcanzar su máximo potencial. El lenguaje también interviene en la construcción de la realidad, ya que nuestras ideas, expresadas en palabras, le dan forma al mundo que vemos y experimentamos.
Los gestos y los dibujos subjetivos del lenguaje primitivo evolucionan hacia una forma de comunicación aún más compleja: la escritura, en donde los signos gráficos, objetivos y preestablecidos, cobran fuerza y se constituyen en nuestros aliados a la hora de ordenar el pensamiento. Desde una lista de compras para el supermercado hasta los pasos para una receta de cocina o un mapa para guiar nuestro viaje, escribir nos permite fijar información, clasificarla y organizarla.
La escritura como medio terapéutico
Silvia Kohan (2013) explica que la escritura llega a cumplir una función terapéutica cuando estamos dispuestos a analizarla en busca de ayuda, cuando nos animamos a volver sobre los hechos desde la reflexión y en un proceso de auto observación, abiertos a nuevas perspectivas.
La escritura puede ayudarnos a luchar contra la rumiación cognitiva, ese proceso inconsciente que puede sumergirnos en un bucle de ansiedad, en donde nos vemos recordando una y otra vez el pasado, paralizando nuestra vida y bloqueando el acceso a posibles soluciones.
Escribir puede ayudarnos a ordenar la mente y las ideas, a organizar nuestro tiempo y nuestra vida. Podemos utilizar un cuaderno, una computadora o las notas del celular para establecer metas y planificar un paso a paso que nos acerque al cumplimiento de aquello que nos proponemos.
Como les contaba al comienzo de este artículo, conocer acerca de la existencia de una terapia basada en la escritura no hizo más que confirmar un ritual que practiqué a lo largo de toda mi vida, que pasó de ser un pasatiempo a transformarse en una necesidad, en un medio para procesar mis frustraciones y mis duelos, para exteriorizar las emociones y compartir con otras personas los aprendizajes que se adquieren en el camino de la vida.
“Escribir es intentar plasmar en símbolos las vivencias más profundas, es abrir el corazón y convertir su sangre en tinta, es latir junto al sonido de las teclas y destilar por los dedos gota a gota los recuerdos y las fantasías.
Escribir es mucho más que un hobby, se transforma en necesidad. Es nuestra terapia, nuestro cable a tierra y el pasaporte seguro al país de nuestros sueños. Es la evolución del golpe y la sublimación de la violencia, es la voz de los que no son comprendidos y la lengua melosa de los amores prohibidos.
Escribo para vivir, para liberar mi mente de tanta carga y mi cuerpo de tanto hastío. Escribo para abrir mis alas y sobrevolara otros cielos, para calzarme otros zapatos, vivir otras historias e intentar comprender esta paradoja llamada vida…”
Fischer, Mónica (2020). Corazones paradójicos
Referencias
- Fischer, M. (2020). Corazones paradójicos. Argentina, Buenos Aires: libro de producción independiente.
- ISFI (2012). Problemática de la comunicación familiar. Argentina: C.A.B.A. Material de Cátedra.
- Kohan, S. (2013). La escritura terapéutica. España, Barcelona: ALBA Editorial.
- Toro, R.; Vulbuena-Martin, M.; Riveros-Lopez, D.; Zapata- Orjuela, y Florez-Tovar, A. (2020). Rumiación cognitiva y su relación con las psicopatologías internalizantes: una revisión sistemática. https://doi.org/10.36793/psicumex.v10i2.345